REGIÓN DE LA MÚSICA VALLENATA

Al norte de la República de Colombia existe un extenso territorio lleno de magia y de leyendas, una geografía maravillosa en donde todos los días la realidad desborda y supera a la más creativa de las fantasías

Es el reino de los grandes narradores orales: la Región Caribe colombiana. Su paisaje corresponde a una inmensa llanura, en la que se concentran todos los ecosistemas tropicales, enmarcada, en su parte norte, por el verde azul del mar Caribe y cerrada, al sur, por las últimas estribaciones de la cordillera de Los Andes. Este territorio ofrece un escenario lleno de verdor, biodiversidad y paisajes,

que van desde la línea costera del mar Caribe hasta el desierto de la península Guajira; desde las sabanas cubiertas de pastos naturales a las cordilleras con sus paisajes de altura y las grandes planicies agrícolas, las selvas impenetrables y los ríos inmensos con extensas zonas inundables y grandes ciénagas, donde muestra su imponencia la Sierra Nevada de Santa Marta –declarada Reserva de la Biósfera por la UNESCO en 1979– alzada como una gigantesca pirámide triangular desde el nivel del mar hasta los 5.800 metros de altitud.

La región geográfica en donde se presenta la manifestación de la música vallenata tradicional está enmarcada al norte por el litoral Caribe desde la zona de encuentro con la Ciénaga Grande, continúa por la línea costera hacia el noreste por las playas de la Sierra Nevada de Santa Marta hasta la desembocadura del río Ranchería en la península Guajira. Sigue en forma ascendente por el cauce de este río en dirección sur – suroeste, hasta el acceso norte del inmenso valle de los ríos Ranchería y Cesar. Flanquea al sureste por las faldas de las últimas estribaciones de la cordillera oriental por los Montes de Oca y Serranía del Perijá, que separan a a la región del vallenato de la República de Venezuela.

La cara suroriental de la Sierra Nevada de Santa Marta completa el cajón montañoso que encierra al valle de los ríos Ranchería y Cesar. Estas dos formaciones del relieve Caribe están separadas en el extremo norte (Cuestecita – Guajira)por solo 12 km, para luego abrirse hacia el sur en la planicie del gran valle interrumpido por pequeñas lomas y sabanas.

Se trata de un terreno que se extiende unos 250 km hasta la arista sur de la Sierra Nevada (a la altura de Bosconia, Cesar) en donde la distancia de separación con los Andes (Serranía del Perijá) alcanza su máximo de 60 km; esta línea imaginaria de separación representa la base sur de un triángulo con vértice nororiental de un vasto territorio que ha sido conocido históricamente como La Provincia de Padilla al norte (centro y sur del departamento de La Guajira) y hacia el sur el Valle de Upar (zona norte del departamento del Cesar y parte del sur de La Guajira); el territorio gestor de la manifestación continúa hacia el sur occidente de este triángulo recorriendo ambas orillas de río Cesar hasta la depresión que forma la ciénaga de Zapatosa y su caño de drenaje hacia el río Magdalena; la margen derecha de la gran arteria fluvial nacional hasta su desembocadura en el Caribe, constituyen la línea occidental que delimita la gran región del vallenato tradicional.

La enorme pirámide de la Sierra Nevada de Santa Marta se presenta en la región como un eje norte del cual se desprenden en abanico los territorios que generaron esta manifestación musical y cultural. Sin divisiones político-geográficas precisas, y con linderos socio-culturales que se confunden entre sí, se destacan, en esta gran región cuatro subregiones que generan aportes individuales de gran importancia para la gesta del vallenato. Son ellas:

– La Zona Bananera, entre la cara oriental de la Sierra Nevada de Santa Marta y el río Magdalena. – La Provincia de Padilla por el noreste en La Guajira, que ocupa todo el valle del río Ranchería. – El Valle de Upar, al sur de la Provincia de Padilla, que hace lo propio con las tierras que baña el río Cesar hasta el extremo sur de la Sierra Nevada a la altura de Bosconia. – La Zona Bajera de va desde Bosconia hasta las sabanas del centro del departamento del Cesar, y que circundan a la Ciénaga de Zapatosa

Tomado de: Resolución 1321 de mayo del 2014 del Ministerio de la Cultura.