3° FESTIVAL VALLENATO INDIO TAIRONA RINDE HOMENAJE A NÁFER DURÁN

En medio de todos los triunfos y reconocimientos que ha obtenido el maestro Náfer Santiago Durán Díaz, a lo largo de su carrera como cantautor de música de acordeón, recibe este año el grato y sincero homenaje en el 3° Festival Vallenato Indio Tairona, que ha de realizarse los días 12, 13 y 14 de octubre de la presente anualidad, en la ciudad de Santa Marta.

Para él este reconocimiento, lo hace sentirse agradecido y feliz de que en una de las regiones donde la inspiración tiene su nido, se le tenga en cuenta y valoren el trabajo que ha venido realizando desde hace más de 78 años. En la vida de Durán Díaz, las canciones juegan de local porque se estacionan en la primera fila de su memoria y por eso no duda en indicar que nació para tocar acordeón.

Náfer Santiago Durán Díaz, considerado el “rey del tono menor”, recibirá su reconocimiento en esta versión.

LEGADO MUSICAL

La vida del “rey del tono menor” empezó a escribirse el 26 de diciembre de 1932, cuando nació en El Paso, Cesar, en el hogar formado por Náfer Donato Durán Mojica y Juana Francisca Díaz Villarreal, siendo el menor de la dinastía Durán, quien al lado de sus hermanos han escrito las gloriosas páginas del folclor vallenato. Heredó de su familia paterna el talento para la música de acordeón y recogió las experiencias de sus hermanos y tíos, para crear su propio estilo iniciando en este arte desde temprana edad.

Al respecto, ‘Naferito’, como es conocido cariñosamente, señala: “Yo comencé a tocar el acordeón, a la edad de siete años; el acordeón me lo regaló mi papá, era un acordeón que le decíamos de aumento y tenía una sola hilera de pitos, la primera pieza que toque fue aquella que le decimos “La vaca prieta”, más o menos a los once años ya yo tocaba bailes, pero no acompañado de caja y guacharaca sino con bombo, redoblante y maracas, a eso le llamaban ‘colita’. Luego me incliné aún más por este arte porque veía que a Luis Felipe le iba muy bien con las mujeres cuando estaba tocando, entonces un día me dije, yo me voy también a meter a acordeonero a ver si también mujereo como mi hermano”.(1)

Los estudios primarios, que cursó hasta quinto elemental, los alternaba con los oficios de campo en la hacienda Las Cabezas, donde laboraba como aserrador y luego como vaquero; y en sus ratos libres se acercaba al maestro Víctor Julio Silva Camargo, padrino de su hermano Alejo, quien le enseñó las primeras notas del acordeón, igualmente le aconsejaba que lo más importante de tocar acordeón era el estilo que la persona cosechara porque eso lo iba a identificar.

«Yo comencé a tocar el acordeón, a la edad de siete años; el acordeón me lo regaló mi papá, era un acordeón que le decíamos de aumento y tenía una sola hilera de pitos, la primera pieza que toque fue aquella que le decimos «La vaca prieta»».

La popularidad de los hermanos Durán crecía diariamente, ya que amenizaban las parrandas los fines de semana en las diferentes fincas de la mayoría de la familia Gutiérrez de Piñeres. “Entonces El Paso, Chimichagua y sus alrededores, dependían laboralmente de la hacienda Las Cabezas, donde nos relacionábamos con los diferentes músicos. Recuerdo que El Paso era un pueblo tamborero, donde mi mamá se reunía a bailar tambora, pajarito y chandé; igualmente teníamos contacto con nuestro primo de segundo grado Heriberto Pretel Medina, autor de la tambora “La candela viva”, y yo siendo testigo de los cantos de tambora y las cumbiambas con acordeón me fui enamorando del folclor viendo tocar a otros acordeoneros en las fincas”, asegura el maestro Durán Díaz.

Reconoce que fue difícil ser aceptado en los círculos sociales de la élite vallenata en la capital cesarense, y ese logro se dio de manera coincidencial cuando en cierta ocasión acompañó a su patrón, don Germán Gutiérrez de Piñeres. “En aquella ocasión me correspondió acompañar a mi patrón a Valledupar que iba hacer unas diligencias, cuando llegamos a la plaza Alfonso López, entró al Café La Bolsa, donde estaban parrandeando sus amigos Rafael Escalona, Andrés Becerra y otros acompañado de las notas alegres de ‘Colacho’ Mendoza, entonces entró al lugar y me dejó afuera cuidando las maletas; en determinado momento don Germán le dijo a ‘Colacho’: ‘allá afuera tengo cuidando las maletas a Náfer, hermano de Alejo Durán, ese sí le da sopa y seco a usted’. Fue cuando Andrés Becerra en defensa de su amigo le respondió: ‘que venga pa’ que Colacho lo joda’; así empecé a ser apreciado y admirado por los círculos sociales de la ciudad de Valledupar”, aseveró Naferito.(2)

Creció al lado de sus hermanos tocando acordeón, y cuenta que su hermana Sabina lo hacía bien pero dejó a un lado sus inclinaciones artísticas porque cada vez que Alejo veía que cogía el instrumento le decía que “el acordeón era sólo para hombres”. Enriqueció su estilo tocando en las colitas, interpretando ritmos foráneos como pasillos, fox-trox, vals y otros, acompañados de bombo, redoblante y platillos.

TRIUNFOS EN LOS FESTIVALES REGIONALES

Desde 1970 empezó a prepararse para participar en el Festival de la Leyenda Vallenata, obteniendo el título de Rey Vallenato en la novena versión del aludido evento, en 1976, venciendo en la final a los acordeoneros Alberto ‘Beto’ Muegues, Ramón Vargas y Juancho Polo Valencia. En esta contienda musical lo acompañó en la caja Simón Herrera y en la guacharaca Abel Suárez; interpretando en la final el paseo “El estanquillo”, el merengue “Teresita”, la puya “Déjala vení”, todas de su autoría; y, el son “Altos del Rosario” de su hermano Alejo Durán.

En 1983, se presentó nuevamente al Festival de la Leyenda Vallenata siendo declarado “fuera de concurso” por el jurado integrado por Gabriel García Márquez, Enrique Santos Calderón, Rafael Rivas Posada, Miguel López Gutiérrez y Leandro Díaz Duarte. Este hecho único ocurrió porque el jurado consideró que Náfer Durán no tenía contendor, siendo coronado Rey Vallenato en esta oportunidad Julio Rojas Buendía.

Sobre este hecho ‘Naferito’ referencia: “Esa vez no alcancé mi segunda corona porque Gabo y los demás jurados no quisieron. Eso ya no importa porque quedé metido en la historia como el primer acordeonero que tocó mejor que todos en un Festival de la Leyenda Vallenata. Esa noche después del fallo Gabo me dijo que era un fuera de serie y esa vaina es mucho cuento”.(3)

Ha sido Rey Vallenato en el Festival Cuna de Acordeones de Villanueva, La Guajira, en la Categoría “Primaveras del Ayer”, en los años 2003 y 2007. Igualmente se coronó Rey Vallenato en el Festival Vallenato del Magdalena Medio de Barrancabermeja, en 1987 y en el Rey de Reyes 1992.

En lo referente a su capacidad como acordeonero ha sido considerado por la crítica como uno de los mejores. En cierta ocasión, Consuelo Araujo Noguera, le preguntó a Alejo Durán quién era el mejor entre él y sus hermanos Luis Felipe y Náfer. Y no dudó en decir que su hermano Náfer”.

SUS PRINCIPALES ÉXITOS

Su primera composición fue el merengue “Cuando miro esos ojitos”, tenía 18 años de edad cuando creó los primeros versos que le inspiró la joven Felícita Melo; luego la creatividad musical siguió su curso y hoy son más de un centenar de composiciones entre grabadas e inéditas.

El maestro Náfer Durán reconoce que una de sus composiciones más exitosa es el paseo “Sin ti”, compuesta en tono menor y la que más sobresale en este estilo, ya que los especialistas consideran que el tono menor es el más complicado de interpretar. Esa canción se la hizo a su esposa Rosibel Escorcia Mure, aquella mujer que lo ha acompañado en la crianza de sus hijos Víctor Julio, Denis Esther, Luis, Náfer Santiago, Marelvis, Juan, Armando, Odalis, Jaime, Jader, Delvis Rosa, Elkin Javier y Martha.

“Cada uno busca continuamente su propia mitad” decía Platón, y esa frase se cumplió en la vida de Náfer Durán, quien encontró en Rosibel la media naranja que tuvo buscando por mucho tiempo. Y fue ella precisamente quien le inspiró su canción más representativa, grabada y convertida en éxito mundial por Carlos Vives. Una estrofa narra:

Con mi nota triste vengo a decirle a tu alma
lo que está sintiendo mi sincero corazón
ya no tengo paciencia
ya no tengo calma
solo vivo triste y loco por tu amor (bis).

Sin ti no puedo estar
mi corazón se desespera
no lo dejes sufrir más,
porque le duele y se queja.
Toda la culpa la tienes tú
si lo dejas que se muera (bis)…

Por Carlos Alberto Ramos


1. Los últimos juglares: Náfer Durán. Jorge Naín Ruiz.
2. Entrevista 7 de noviembre de 2016. Carlos Alberto Ramos. Valledupar.
3. Náfer Durán, un fuera de serie con el acordeón. Juan Rincón Vanegas.